Nombre: Carlos Ángel
Apellidos: García
Edad: 31 años.
Altura: 1.76
Peso: 69 kg
Profesión: Auditor Interno – Control de Gestión.

Aficiones: Me gusta el deporte, fui de además nadador profesional, de igual manera me atrae la lectura, siendo también el escritor de un libro titulado “El Rey Del Sol” y que es de aventura y fantasía, me encanta la música y cantar, aunque canto mal y lo único que puedo hacer es que llueva. Otro tipo de aficiones que tengo es el cine, el teatro, viajar, y pasear por la ciudad.

Biografía: Soy salmantino de nacimiento y, a los 16 años, me mudé solo a vivir a Valladolid al entrar en el Centro Deportivo de Alto Rendimiento “Río Esgueva”.

En Valladolid viví hasta octubre de 2015, y en dichos años me proclamé varias veces Campeón de España, sobre todo en mi especialidad los 200 braza, y de igual manera fui representante en la selección nacional de natación.

En tema extradeportivo me matriculé en la universidad como Diplomado en Ciencias Empresariales, y de igual manera comencé con mis primeros trabajos en dichos años. Compaginándolo con todo esto en el año 2006 publiqué un libro titulado “El Rey del Sol”, siendo presentado en “La Casa de las Conchas” en Salamanca.

¿Por qué te gustaría ser elegido Mr. Gay Pride España 2016?
Yo no me considero ni el más guapo, ni el más inteligente, ni el más simpático de todos. Aun así, y por ello, sí que me considero una persona sensata, humilde, luchadora, y que a pesar de todo sabe que hay que luchar por lo que uno quiere, a pesar de no siempre conseguirlo.

Me considero uno más, con la diferencia de que esta vez soy uno de los candidatos. Por ello, por la lucha, por la normalidad y sencillez de mis actos, por cómo soy, me gustaría ser elegido Mr. Gay Pride España 2016.

¿Cuál sería tu objetivo social?

Yo vivía en un ambiente deportivo y “masculinizado”, en una residencia deportiva, en un centro deportivo de natación. Después de mucho tiempo, y con mucho esfuerzo, decidí dar el paso y hablar abiertamente mi sexualidad poco a poco a mis círculos cercanos.

Después de un tiempo me di cuenta que no había cambiado nada a nivel negativo con la gente que me rodeaba, al contrario, ya podía hablar, disfrutar, y expresarme tranquilo sin reprimirme y sin secreto. Me di cuenta, y ellos también se dieron cuenta, que seguía siendo la misma persona, que todos somos normales independientemente de la sexualidad, y que realmente lo que había hecho hasta ese momento era negarme más a mi mismo por el miedo de un rechazo que después se vio que no hubo.

Por ello, porque realmente todos somos iguales, y todos tenemos derecho a disfrutar por como somos, es la lucha de la verdadera normalización, de quitarnos los miedos, de vivir tranquilos. Dar un consejo de normalidad a los LGTB que tienen miedo a abrirse, para animarles a ello y vivir tranquilamente sus historias. De igual forma animar a la sociedad a cultivarnos en dicha normalidad, donde todos somos iguales, y ver que, aun en ambientes como el deporte, el respeto es lo fundamental. Y qué mejor que en el deporte para dar ejemplo a la sociedad con cómo actuar realmente en estas situaciones personales difíciles.