No hace falta que pongáis el Google Maps, Chueca acaba de llegar a Berlín con todo su caos y su encanto, y ha arrasado. 
La película holandesa “When Chueca Dies” —sí, cariño, una producción de los Países Bajos que ha entendido mejor el alma del barrio que muchos— se ha llevado el premio a Mejor Documental en el Porn Film Festival de Berlín, uno de los certámenes más atrevidos y libres del mundo.

Dirigida por Ramon Gieling, el film es un homenaje salvaje, poético y descarado al barrio más emblemático de Madrid. Pero no esperes un documental de postal, aquí hay drag queens con discurso, parejas de chicas recién casadas que se besan en cámara lenta, refugiados que encontraron hogar entre neones, y personajes que se ponen en la piel de sus propios “enemigos” para mostrar que en Chueca no hay papeles secundarios.

Desde la legendaria Librería Berkana, epicentro de la historia queer madrileña, suena la mítica “Radio Chueca Libertaria”, mientras el barrio late entre luces, copas y reivindicación en technicolor.

Lo mejor de todo es que esta joya viene firmada por una mente holandesa, demostrando que nuestra pequeña república arcoíris ha traspasado fronteras y corazones. Porque sí, When Chueca Dies suena a tragedia, pero lo que cuenta es todo menos eso, es la prueba de que Chueca nunca muere, solo se reinventa y sale más divina que antes.

Y mientras el público berlinés aplaudía con las manos (y alguna que otra fusta, que para eso es el festival que es), una cosa quedó clara, el espíritu chuequero es exportable, deseable y, sobre todo, inmortal.