
El mundo del hockey —sí, ese deporte donde todo el mundo va en patines, se empuja, se golpea y nadie se queja— acaba de recibir un chute histórico de representación queer gracias a Heated Rivalry, la nueva serie que está haciendo que nuestras periquitas hiperventilen como si estuvieran viendo el calendario de bomberos de Toronto en 4K.
Basada en la novela que revolucionó TikTok, Heated Rivalry pone en el centro algo que el deporte llevaba años necesitando. Dos jugadores profesionales, enemigos declarados sobre el hielo, y amantes secretos fuera de él.
Y no hablamos de tonteo tonto, no. Hablamos de miradas que queman, tensión sexual de campeonato y escenas que hacen sudar más que un tercer tiempo sin calefacción.
La química entre los protagonistas está tan encendida que en redes ya lo llaman “la Brokeback Mountain del hockey”. Y sinceramente, no les falta razón.
Que el deporte profesional empiece a mostrar historias LGTBI así de frontales, así de reales y así de HOT… es un paso gigante para la representación queer en un entorno que históricamente ha sido más cerrado que un armario de los 90.
Por primera vez vemos en pantalla grande —y sin filtros— cómo dos hombres en un deporte hipermasculinizado tienen que equilibrar presión mediática, expectativas familiares, homofobia encubierta y, sobre todo, las ganas de comerse vivos cada vez que se cruzan por los pasillos del estadio.
Y sí, hay escenas. Muchas. De esas que te dejan el móvil sudando.
En Mr Gay España ya hemos hecho un comunicado interno:
Si un día aparece un equipo entero de hockey en la gala, no nos hacemos responsables.





