La comunidad LGTBIQ+ en Hungría se enfrenta a un nuevo ataque tras la reciente aprobación de una ley que prohíbe la celebración de la Marcha del Orgullo en Budapest y refuerza las restricciones contra los derechos del colectivo.

El gobierno de Viktor Orbán, conocido por su postura ultraconservadora y su agenda contraria a la diversidad, ha impulsado esta medida que impide la celebración de eventos públicos que “promuevan la homosexualidad”, incluyendo la icónica marcha del Orgullo, que cada año reunía a miles de personas en la capital húngara.

Esta decisión ha desatado una ola de indignación tanto dentro del país como en el ámbito internacional, con numerosas organizaciones de derechos humanos y líderes europeos condenando la medida por su carácter discriminatorio y por vulnerar los principios fundamentales de la Unión Europea.

Una legislación que refuerza la censura

La nueva normativa se enmarca dentro de una serie de medidas restrictivas aprobadas por el gobierno húngaro en los últimos años. En 2021, el Parlamento aprobó una ley que prohíbe la difusión de contenidos sobre diversidad sexual en medios de comunicación, escuelas y publicidad, argumentando que buscan “proteger a los menores”. Esta legislación ha sido ampliamente criticada por equiparar la homosexualidad con la pedofilia y por fomentar la discriminación institucionalizada.

Con la nueva ley aprobada en 2025, Hungría avanza aún más en su cruzada contra la comunidad LGTBIQ+, prohibiendo cualquier manifestación pública relacionada con la diversidad y estableciendo sanciones económicas para quienes participen en estos eventos. Se prevé que las multas por incumplir la prohibición oscilen entre los 500 y 2.000 euros.

La policía húngara, además, ha recibido nuevas directrices que le permiten disolver cualquier reunión que considere que “atenta contra la moral pública”, lo que deja a la comunidad LGTBIQ+ en una situación de vulnerabilidad y represión aún mayor.

Reacciones dentro de Hungría

Desde el Ayuntamiento de Budapest hasta asociaciones defensoras de los derechos humanos, las reacciones en contra de la prohibición del Orgullo no se han hecho esperar.

El alcalde de la capital, Gergely Karácsony, ha declarado que esta ley supone un “ataque directo a la libertad y la dignidad de miles de húngaros” y ha asegurado que intentará recurrir la decisión ante los tribunales europeos.

Por su parte, los organizadores de Budapest Pride han denunciado que el gobierno de Orbán está utilizando a la comunidad LGTBIQ+ como una distracción política, para desviar la atención de los problemas económicos y sociales del país. A pesar de la prohibición, han anunciado que explorarán nuevas vías legales para seguir organizando el evento.

Respuesta de la Comisión Europea

Las instituciones europeas han reaccionado con contundencia a la medida, advirtiendo de que Hungría podría enfrentar sanciones por esta nueva legislación.

La comisaria europea de Igualdad, Helena Dalli, condenó la prohibición y recordó que la Unión Europea “se basa en valores de libertad e igualdad, y cualquier país miembro que no los respete enfrentará consecuencias”.

Además, la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Teresa Ribera, señaló que “reunirse es un derecho fundamental y prohibir la Marcha del Orgullo es un ataque directo a los derechos humanos”.

Se espera que la Comisión Europea estudie la posibilidad de imponer sanciones económicas a Hungría y de abrir un nuevo procedimiento de infracción contra el país, lo que podría derivar en la suspensión de fondos europeos.

Indignación en la comunidad internacional

El rechazo a la prohibición del Orgullo no se ha limitado a Europa. Amnistía Internacional ha calificado la medida como un “acto de censura sin precedentes”, mientras que Naciones Unidas ha instado al gobierno húngaro a derogar la legislación por su carácter abiertamente discriminatorio.

Líderes de distintos países han expresado su preocupación. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, aseguró que “Europa no debe permitir retrocesos en los derechos humanos”.

Por su parte, activistas LGTBIQ+ de todo el mundo han mostrado su solidaridad con la comunidad húngara, promoviendo campañas en redes sociales con los hashtags #StandWithHungaryLGBT y #PrideIsNotACrime.

El impacto de la prohibición en la comunidad LGTBIQ+ húngara

Más allá de la prohibición del Orgullo, la comunidad LGTBIQ+ en Hungría enfrenta un ambiente de creciente hostilidad. Muchos temen que esta nueva legislación fomente la discriminación y la violencia, ya que refuerza el discurso de odio promovido por sectores ultraconservadores.

Organizaciones locales han reportado un aumento en los ataques contra personas LGTBIQ+ desde la aprobación de las primeras restricciones en 2021. La falta de protección legal y la censura gubernamental han llevado a muchas personas a considerar la emigración como la única opción viable para vivir con seguridad.

Resistencia y lucha por la igualdad

A pesar de este panorama desalentador, la comunidad LGTBIQ+ húngara no se rinde. Activistas y asociaciones han reiterado su compromiso de seguir luchando por la visibilidad y los derechos de todas las personas, y han convocado protestas en distintas ciudades europeas en solidaridad con Budapest Pride.

Desde Mr Gay España, expresamos nuestro apoyo absoluto a la comunidad LGTBIQ+ en Hungría y hacemos un llamado a la comunidad internacional para que no permanezca en silencio ante este nuevo ataque a los derechos humanos.

El Orgullo no es solo una celebración, sino una manifestación de resistencia. Seguiremos alzando la voz porque nuestros derechos no se negocian.