Que no te engañen: la diversidad no solo se pasea por Cibeles ni se queda encerrada en las discotecas de moda. Este octubre, el Orgullo hace las maletas, coge carretera y se planta en Cabezuela del Valle, en pleno corazón del Jerte, para celebrar la primera edición de la Romería de la Bellota. Una cita que promete mezclar lo mejor de la tradición extremeña con la frescura, el color y la reivindicación LGBTI y a tan solo unas dos horitas de Madrid.

La idea es tan sencilla como potente: demostrar que la visibilidad también tiene acento rural y que el campo es tan nuestro como cualquier gran avenida. Porque sí, los pueblos también saben bailar, amar y celebrar la diversidad con un buen plato de migas en la mano.

Una romería distinta (pero con esencia)

Olvídate del estereotipo de romería, aquí lo que manda es el buen rollo, la convivencia y un programa que lo tiene todo para que nadie se quede fuera: Una ruta senderista para arrancar el día con energía (y quemar calorías antes de la comida popular). Juegos y talleres pensados para todas las edades, porque la diversidad también se enseña jugando. Un desfile de peñas donde las banderas arcoíris serán tan protagonistas como los tambores. La esperada comida popular, con mesas largas, brindis y ese ambiente de verbena que hace que acabes hablando con todo el mundo. Y, cómo no, un concierto final que convertirá la plaza en la discoteca más libre de todo el Valle del Jerte.

Todo esto en un escenario natural de los que te dejan con la boca abierta: gargantas, montañas, aire puro… y mucho brillo en el ambiente.

Mucho más que una fiesta

La Romería de la Bellota no es solo un evento para pasarlo bien —que también—. Es una declaración de intenciones: decir alto y claro que la diversidad no entiende de códigos postales. Que se puede ser LGTBI en la gran ciudad y también en un pueblo de 2.000 habitantes, y que ambas realidades son igual de válidas.

En demasiados rincones rurales todavía pesan los silencios, las miradas raras y los armarios cerrados a cal y canto. Por eso este encuentro tiene un punto extra de importancia: es una forma de plantar cara, de ocupar espacio y de recordar que ser uno mismo también es posible (y necesario) en la España de los pueblos.

Cabezuela del Valle, orgullosa anfitriona

No es casualidad que esta romería se estrene en Cabezuela del Valle. Este municipio ya venía apuntando maneras con jornadas pasadas como “Cabezuela + orgullosa que nunca”, que pusieron el foco en la visibilidad LGBTI en la zona. La Romería de la Bellota supone un paso más: de la jornada puntual a una cita grande, abierta y con aspiración de quedarse como tradición anual.

La alcaldesa, Marisa Yusta, lo tiene claro: “Es un orgullo que nuestro pueblo sea el punto de partida de algo así. La diversidad no resta, suma, y nos hace mejores como comunidad”. Palabras que reflejan el sentir de muchos vecinos, dispuestos a abrir las puertas de par en par para que la fiesta sea un éxito.

foto_juan manuel
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Con futuro (y mucha bellota por delante)

Lo que se vivirá este octubre en el Jerte puede ser solo el comienzo. La intención es que la Romería de la Bellota se consolide como una cita fija, una mezcla de tradición y visibilidad que marque un antes y un después en la forma de vivir la diversidad en entornos rurales.

Porque, seamos sinceros: el Orgullo en la ciudad nos encanta, pero también necesitábamos un plan diferente, con aire puro, con montaña y con ese toque de Extremadura que lo hace único. Una fiesta donde lo mismo te encuentras a tu vecina bailando con abanico que a un grupo de amigos de Madrid brindando con sangría.

El plan es sencillo

Apunta la fecha, prepara tu look más romero con un toque de brillo y ponte rumbo a Cabezuela del Valle. La primera Romería de la Bellota te espera con música, comida, risas, reivindicación y la certeza de que la diversidad también se celebra entre cerezos.

Porque sí, cariño: el campo también es nuestro. Y este otoño, Extremadura lo va a gritar con todas sus letras.