Miss Universo 2025 atraviesa uno de los episodios más delicados de su historia. La Fiscalía General de la República de México ha emitido una orden de aprehensión contra Raúl Rocha Cantú, propietario de la franquicia del certamen en México, tras ser señalado como presunto operador financiero de una red dedicada al tráfico de drogas, armas y combustible robado.

Según la información confirmada por las autoridades mexicanas, la estructura criminal habría operado en la frontera entre México y Guatemala, utilizando rutas clandestinas, transporte fluvial y presuntos vínculos con funcionarios públicos y cuerpos de seguridad. La investigación ubica a Rocha en una posición clave dentro de esta red.

Reacción institucional en México

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que inicialmente defendió la legitimidad de la coronación, solicitó explicaciones a la Fiscalía tras conocerse la situación judicial del propietario de la franquicia nacional. El caso ha ganado una enorme relevancia por la combinación de espectáculo, política y una investigación criminal de alto calibre.

Un golpe para la imagen internacional del concurso

Aunque la organización global no está directamente implicada, la situación compromete la reputación del modelo de franquicias de Miss Universo y abre un debate sobre la transparencia, independencia y control interno de los procesos de selección en cada país.

Las concursantes que habían manifestado irregularidades desde el inicio de la edición encuentran ahora un contexto que da mayor gravedad a sus denuncias, mientras la opinión pública internacional observa con creciente preocupación el futuro del certamen.