
La Isla de las Tentaciones nos ha tenido atrapados desde 2020: miradas que tiemblan, besos prohibidos y confesiones que resuenan más fuerte que las olas al romper. Ocho temporadas después, seguimos hipnotizados por el vaivén del deseo. Pero falta algo, un mar que todavía no se ha abierto del todo: una edición 100% LGTBIQ+.
Ese horizonte empieza a dibujarse.
El productor Juan Ramón Gonzalo lo confesó en la SER como quien lanza una botella al mar con un mensaje dentro:
“Lo hemos pensado, lo hemos planteado… y yo espero que en el futuro sí que lo hagamos”.
Hasta ahora, el formato nos ha dejado destellos: dos chicas que se besan y remueven las aguas, concursantes bisexuales que han hecho tambalear la calma de sus parejas, incluso presencias trans que han marcado huella en la orilla. Pero nunca hemos visto una isla donde cada corriente, cada encuentro y cada tentación fluya en todos los colores del arcoíris.
Imagina: dos chicos descubriendo que la corriente los arrastra el uno hacia el otro. Chicas que, en medio de la tormenta de dudas, encuentran calma en una mirada cómplice. Triángulos amorosos que no se rompen, sino que se multiplican. Y Sandra Barneda navegando esta edición como capitana de un barco que, por fin, iza velas arcoíris.
Y entonces llega Montoya. O mejor dicho, esa metáfora suya corriendo, transformada en nosotros: salir corriendo por la playa sin saber si quieres escapar o dejarte alcanzar. Sentir la respiración agitada, el cuerpo vibrando, la sal pegada a la piel… correr como cuando te cruzas con alguien que te atrae y el mundo se queda en pausa. No sabes si huir o entregarte. Y justo ahí está la magia: el deseo como carrera infinita hacia lo que todavía no sabes, pero que intuyes inevitable.
Porque el deseo no entiende de orillas. Es corriente, es ola, es marea. Te envuelve, te arrastra, y cuando quieres darte cuenta ya formas parte del mismo océano.
En Mr Gay España lo decimos claro: que lleguen esas mareas, pero que lleguen también para nosotros. Porque el día que la isla se abra al arcoíris, no será solo un reality: será un mar entero celebrando la diversidad.
¿Te dejas arrastrar por la corriente?