En el Festival de San Sebastián no solo se proyectan películas, también se destapan armarios que muchos creían cerrados a cal y canto. Este año, los cineastas Aitor Arregi y José María Goenaga, parte de la productora Moriarti, han decidido dar un golpe en la mesa con su nueva película, Maspalomas, y poner el foco en algo de lo que casi nadie habla: el sexo y la homosexualidad en la tercera edad. Sí, lo que lees, porque mientras la industria del cine se empeña en mostrar cuerpos jóvenes, perfectos y moldeados en el gimnasio, aquí nos encontramos con arrugas, canas y deseo maduro que se niega a desaparecer. Y lo dicen bien claro: el deseo no muere hasta el último aliento.

La cinta se convierte en un retrato descarado y necesario de esa parte de nuestra comunidad que demasiadas veces queda invisibilizada, como si los años te borraran de la vida nocturna, de las apps de ligue y, peor aún, de la conversación sobre lo que significa ser LGTBIQ+. Maspalomas reivindica con imágenes potentes que nuestros mayores también tienen historias que contar, cuerpos que sentir y camas que crujir. Y lo hace en un lugar mítico, las dunas de Maspalomas, ese escenario de libertad donde generaciones enteras han descubierto, explorado y celebrado su sexualidad. Si las dunas hablaran, cariño, tendríamos una hemeroteca de deseos que ni la Wikipedia.

Y aquí, inevitablemente, se nos viene a la cabeza un momentazo que vivimos en carne propia en Mr. Gay España. Porque esto de hablar de la tercera edad y del deseo maduro no es nuevo para nosotros. Hace unos años, en plena Gran Final, colaboramos con la Fundación 26 de Diciembre, una entidad que lleva años luchando por dar voz, cuidado y dignidad a las personas mayores LGTBIQ+. Aquella noche, nuestros finalistas compartieron pasarela con los veteranos de la Fundación y fue un espectáculo que nadie olvidará. Imagina la escena: cuerpos jóvenes marcando abdominales junto a hombres curtidos en mil batallas, algunos con bastón, otros con traje, todos con una sonrisa que derretía al público. Fue un choque de generaciones convertido en una declaración política y sexual. Porque el Orgullo no es exclusivo de la juventud; es intergeneracional, es memoria, es lucha, y también es deseo.

Ese desfile no fue postureo ni una foto bonita para las redes; fue un recordatorio de que nuestros mayores son parte de esta historia, de que no podemos dejarlos en la cuneta y de que la visibilidad no tiene fecha de caducidad. Lo mismo que grita ahora Maspalomas desde la gran pantalla. El cine y la pasarela se dan la mano en un mismo mensaje: que el deseo, las ganas y la pasión no entienden de arrugas ni de años cumplidos.

Y es que hay algo tremendamente revolucionario en mostrar que los cuerpos maduros también desean y son deseados. En una sociedad que se obsesiona con el botox, el filtro de Instagram y los músculos de gimnasio, Moriarti nos lanza un zasca monumental. Nos recuerda que detrás de cada cana hay una historia de noches de cruising, de primeros amores clandestinos, de Orgullos cuando aún era peligroso salir a la calle con la bandera. Y también nos recuerda que esos cuerpos, que muchas veces hemos aprendido a mirar con pudor o con lástima, siguen sintiendo placer. Que la piel arrugada también vibra. Que el morbo no caduca.

En Mr. Gay España siempre hemos creído en eso. Por eso nos sentimos tan conectados con lo que propone Maspalomas. Porque cuando la Fundación 26 de Diciembre subió a la pasarela con nuestros finalistas, no fue solo un gesto de visibilidad; fue la demostración de que el futuro y el pasado de la comunidad pueden convivir en el mismo escenario, brillando juntos. Los chicos jóvenes levantaron al público con sus sonrisas y sus torsos, pero los mayores emocionaron con sus miradas y con su sola presencia. Allí se mezclaron los aplausos con las lágrimas, porque había orgullo, había memoria y, sí, también había deseo.

Ver video desfile Mr Gay España 2019

«Maspalomas» pone en imágenes lo que vivimos aquel año: que la diversidad no se acaba con la juventud. Que tener setenta u ochenta años no significa apagar la llama del sexo ni esconder la orientación en un cajón. Al contrario, significa vivirlo con la libertad de quien ya no tiene nada que demostrar, con la fuerza de quien ha sobrevivido a dictaduras, al VIH, al rechazo familiar y a mil batallas sociales. Y si alguien merece follar, amar y disfrutar hasta el final, son ellos.

Por eso celebramos que en San Sebastián se hable de este tema y que se hable sin pudor. Porque la visibilidad no puede quedarse en la juventud guapa de Instagram. Necesitamos ver a los mayores en las películas, en las series, en los festivales y en nuestras propias fiestas. Necesitamos recordar que el Orgullo es un recorrido vital que empieza cuando salimos del armario y que nos acompaña hasta el último suspiro. Y necesitamos películas como Maspalomas para recordarnos que el deseo no desaparece nunca, que el sexo es vida y que la vida hay que celebrarla, siempre.

Desde Mr. Gay España levantamos la copa por Moriarti, por Maspalomas y, sobre todo, por la Fundación 26 de Diciembre y todos esos mayores que siguen demostrando que el Orgullo no tiene edad. Porque lo decimos alto y claro: el deseo no desaparece hasta la muerte, y hasta entonces, cariño, hay mucho por gozar.