
Netflix nos prometió drama hospitalario, pero lo que nos entregó fue una emergencia emocional colectiva.
Sí, hablamos de Respira, la serie del momento, y del beso que ha hecho que medio país se atragante con las palomitas, Pablo Alborán besando a su compañero de reparto en pantalla.
El malagueño, que ya había conquistado los escenarios con su voz, ha decidido cambiar el micro por el fonendo y, de paso, marcarse el beso más comentado del otoño.
No fue un guiño, ni un gesto simbólico. Fue una escena directa, natural, tierna y con la intensidad de quien ya no tiene nada que demostrar, pero sí mucho que decir.
En la serie, Alborán interpreta a Jon, un cirujano con mirada de trauma emocional y bíceps de milagro médico. Su relación con Quique (interpretado por un sólido Xoan Fornas) evoluciona desde la tensión profesional hasta un momento en el que los latidos superan a las líneas de diálogo. Y ahí, sin anestesia ni banda sonora empalagosa, llega el beso que detuvo los signos vitales del fandom.
Diagnóstico: paro cardíaco colectivo
Lo que pasó después ya te lo imaginas: TikTok explotó, Twitter (sí, X, pero aquí seguimos sin cambiarle el nombre) se llenó de vídeos, memes y gente en plan: “Yo también necesito que me revise el doctor Jon.”
En cuestión de horas, la escena se volvió tendencia y los fans bautizaron el fenómeno como #Gay’sAnatomy, porque ni Meredith Grey logró tanto drama con tan poco bisturí.
Pero más allá del chisme, la escena tiene peso. Porque Pablo Alborán no es un actor cualquiera, es un artista que ya habló abiertamente sobre su orientación sexual, y ahora lleva esa naturalidad a la ficción sin hacerlo un “tema”, sino una parte más de la historia.
Y eso, churrita, es precisamente lo revolucionario.
En tiempos en los que muchos todavía se atragantan con la palabra “representación”, Alborán ha decidido mostrarla con hechos. Sin pancartas, sin grandilocuencia. Solo con un beso real, sin morbo ni excusa narrativa.
Uno que demuestra que el amor entre hombres también puede ser cotidiano, médico y perfectamente televisivo.
Y claro, el título de la serie se prestaba al meme. Porque después de ese beso, cariño… Respira, pero si puedes. No hay ventilador que compense esa subida de dopamina ni hospital que atienda tanto colapso simultáneo.





