Remigio tiene 31 años, natural de Algeciras, aunque la mayor parte de su vida la ha pasado en San Fernando, Cádiz. 

Cuando cumplió la mayoría de edad, comenzó sus estudios en la Universidad de Málaga, donde estuvo viviendo los siguientes siete años, ya que a la licenciatura en Psicología se le sumó un Master en Práctica Clínica, para así poder especializarse un poco más en el ámbito donde quería crecer profesionalmente. 

Durante toda la estancia en Málaga, realizó prácticas en Hospital, en gabinetes privados, voluntariados… para así poder seguir creciendo, ya no solo profesionalmente, si no personalmente. 

Debido a su formación, sumado a su personalidad y manera de ser, siempre ha estado en contacto con gente a la que ha ayudado. Ayudar a ver, sentir, comprender y aprender otros puntos de vista, otras opciones que al estar en primera persona, uno no es capaz de ver. 

Tras estos siete años, tuvo que volver a San Fernando para poder estudiar el PIR (Psicólogo Interno Residente) a ello le dedicó tres años de disciplina, constancia y esfuerzo, pero decidió dejarlo a un lado, porque para él ese no era el modo por el cual quería desarrollar su trayectoria profesional y decidió comenzar a trabajar en una tienda de ropa para así costearse un sueño que tenía aparcado, ser policía nacional  y a ello está plenamente dedicado actualmente, opositando al Cuerpo Nacional de Policía. 

 

¿Por qué te gustaría ser elegido Mr. Gay Pride España 2021? 

“Pues comenzando porque desde que os descubrí y os llevo siguiendo, ha sido un sueño, un deseo. He de decir que siempre he estado siguiendo desfiles, concursos de belleza… pero siempre me faltaba algo, hasta que vi este certamen. Mezcla dos ámbitos que no son excluyentes, moda/desfile y labor social, concretamente con el colectivo al que pertenezco. 

Siempre lo he visto una oportunidad para poder aportar mi grano de arena, para apoyar y ayudar en lo que este en mi mano, para poder tener voz y acción, porque por mucho que haya intentado publicar en redes sociales opiniones, debates, por mucho que siempre esté intentando hacer ver derechos, posibles discriminaciones, intentar educar al entorno más cercano en lo que al colectivo se refiere y desmitificar, desestigmatizar… no se tiene la misma fuerza de impacto que podría tener en esta oportunidad. 

Además, sumamos la experiencia única que nos proporcionáis, la posibilidad de conoceros, formar parte de este concurso, conocer a los candidatos, sus historias, crear un vínculo, amistades, tiene que ser increíble. “

 

¿Cuál sería tu objetivo social? 

“Como habéis podido observar, siempre he estado vinculado al ámbito social, a ayudar al prójimo, ya no solo profesionalmente, si no es algo vocacional, innato, va en mi personalidad. Y ya no solo a ayudar como acción, si no a educar, a dar herramientas para que la otra persona las use, sea capaz de usarlas y conseguir por el mismo sus metas u objetivos. 

Una de mis mayores herramientas es la comunicación, ya que a través de ella podemos llegar al fin de mundo, educar a las nuevas generaciones con valores, o reeducar/cambiar algunos mitos, creencias, prejuicios, estigmas que, debido a etapas concretas de la historia, se han ido creando y forjando.

Aunque por desgracia, actualmente seguimos viendo comportamientos, discursos que incitan al odio, agresiones y conductas que dejan mucho que desear, destapando y dejando ver el trabajo que tenemos que hacer para poder cambiar eso, poder conseguir derechos que se nos han arrebatado sin motivo, que la orientación sexual deje de ser una etiqueta definitoria (En mi caso, yo soy Remi y ser gay forma parte de quien soy, de mis preferencias, pero no me define a la hora de actuar, trabajar, desempeñar una función, no me limita en nada en comparación con Periquito, heterosexual, por ejemplo) 

Que exista gente que, a día de hoy, en pleno siglo XXI, tenga que vivir en su entorno laboral con miedo, por ejemplo, ocultando a sus parejas, haciéndose pasar por algo que no son, justo por eso, por la etiqueta que parece invalidar su desarrollo laboral, o el riesgo de que exista un despido por ese motivo. 

Que haya gente que viva en sus ambientes familiares, ocultos, con miedo, desempeñando roles y acciones que estén “más aceptados socialmente” (por denominarlo de alguna manera), y que debido a la situación global en la que nos encontramos, hayan tenido que estar encerrados sin poder salir del entorno o hayan tenido que volver a él, por falta de recursos, trabajo… 

Son motivos, que deben movernos a ayudar, a educar y comunicar, a hacer ver que esos casos siguen existiendo, a día de hoy, más cerca y frecuente de lo que nos pensamos. Y hacer ver a los que lo sufren o están en esa situación, que no están solos y que para eso estamos y existe el colectivo, para apoyarnos unos a otros.”