Si me preguntan hoy que es para mi MR GAY ESPAÑA, diría que:

Es sin duda un antes y un después en la vida. Como todo lo bonito, tras la inscripción y proceso de selección, comienza con un poco de miedo, miedo a no ser suficiente, a mostrar tus heridas, que te lean débil, a no saber defender y representar como quisieses a un colectivo que se lo merece todo.

Pero todo eso se sustituye de inmediato desde que recibes la gran noticia de que eres el candidato que tendrá la oportunidad de representar a su comunidad autónoma frente a 20.000 corazones en plena Plaza España (Madrid).

Todo el miedo se convierte en inquietud, en nerviosismo, de ese que te hace sonreír con timidez. En ilusión, en esperanza, en ganas y mucha actitud.

 Aún recuerdo mi cara de felicidad al llegar a la puerta del hotel y ver a todos mis compañeros, moría de ganas por conocerles, sus historias, sus victorias.

 Mi experiencia a sido de diez, desde el primer momento me sentí en casa, en paz. Es maravilloso el calor hogareño con el que te recibe todo un equipo que compone MR GAY ESPAÑA.

Estoy muy agradecido.

 Sigo recordando, y vuelve en mí todo ese conjunto de emociones que recorrieron mi cuerpo durante esos maravillosos días.

 Es muy difícil de explicar lo que me hizo crecer este concurso, he conocido a personas que son magia, que sonríen ante la vida como si se acabara mañana mismo, vaya gozada.

 En definitiva MR GAY ESPAÑA es un espacio en el que la belleza no es esencial ni primordial, MR GAY ESPAÑA es un hogar en el que siempre hay hueco, en el que poder ser tu mismo, superarte, quererte y dejarte querer es casi algo que solo nace y te hace dejarte llevar.

 Recomiendo esta experiencia a todas esas personas que queráis vivir algo que jamás podrás olvidar y con el que además podrás ser ejemplo, faro y luz a todas aquellas personas que en algún momento han necesitado un poco de luz para seguir caminando, un poco de voz, para seguir luchando, un poco de amor, para seguir viviendo.

 Muchísimas gracias MR GAY ESPAÑA, no es solo que no sea el mismo que cuando os conocí, es que indiscutiblemente soy cien veces mejor de lo que siempre quise ser.

 GRACIAS, GRACIAS Y MÁS GRACIAS.

 Por el cambio, por la vida.