Echo la vista atrás, y la verdad que han pasado muchos años… pero Mr Gay Pride España siempre será una de las mejores experiencias de mi vida.

Lejos de todos los prejuicios que puedan existir sobre el certamen, la realidad es completamente distinta, y solo los que lo hemos podido vivir en primera persona somos conocedores de todo el esfuerzo que hay detrás de este evento. Un evento que engloba mucho más de lo que sale en esa pasarela y que precisamente, aunque pueda parecer contradictorio,  se aleja de todos los cánones de belleza a los que estamos acostumbrados en concursos de este tipo. Como en todos los concursos, hay un premio y un ganador, pero la verdadera victoria nos la llevamos todos los que tenemos la oportunidad de salir ante miles de personas, sin miedos ni presiones que impidan mostrarnos al mundo entero tal y como somos.

Con unos cuantos años más y una capacidad mucho más madura de análisis sobre mi experiencia, puedo decir que Mr Gay Pride España lo viví como esa terapia que tantas veces había necesitado y nunca tuve.

Se mezclan muchos factores que son realmente emocionantes en los días que vivimos previos a la gala final. Muchos venimos de pueblos muy pequeños, en los que quizás muchas veces nos hemos sentido como ese “bicho raro” al que parecía ocurrirle algo poco común, (o al menos así nos lo hicieron sentir en determinadas ocasiones)… y de repente llegas a un evento, en el que otras personas de otros rincones del país, comparten las mismas circunstancias que te tocaron vivir y te hacen sentir más acompañado que nunca. Es un desahogo emocional que para mí, marcó un antes y un después.

Era la primera vez que el certamen se hacía en la Puerta del Sol, y aunque ya llevaba mucho tiempo viviendo en Madrid, nunca me podría haber imaginado que iba a haber tanta gente. Mi emoción estaba a flor de piel porque algunos de mis familiares madrileños iban a estar presentes, y mi familia más directa de Córdoba me iba a ver en directo desde la transmisión que se hacía por la web de Mr Gay Pride España.

Estaba realmente orgulloso de representar a mi ciudad y representar a tantas y tantas personas que en algún momento de su vida, pudieron sentir la misma sensación que yo en determinados momentos, de creer que estaban solos o que tenían que forzar determinados comportamientos ante las miradas de personas en las que había que forzar actitudes que nada tienen que ver ni con tu personalidad ni con tu condición.

Me encantaría destacar el compañerismo que hay desde el primer día. Hice muchos amigos con los que he seguido manteniendo relación a lo largo del tiempo y cada vez que nos vemos revivimos momentos y situaciones muy divertidas, cómo nos llamábamos entre nosotros… Al ser tantas personas y no aprendernos los nombres de cada uno, nos llamábamos por la provincia que representábamos («Oye Córdoba, ven que tenemos que echarnos una foto”).

Para los nuevos aspirantes, si tuviera que darles algún consejo, sin duda alguna sería que fueran ellos mimos en todo momento. Que disfruten y que guarden en sus retinas todo lo que van a vivir esos días, y lo más importante; que no olviden nunca el verdadero motivo por el que están ahí, que no es otro que dar visibilidad y ayudar a los demás que aún no se encuentran con esas fuerzas con las que nosotros nos encontramos en ese momento de salir y gritar al mundo “SOY COMO SOY

 

¡Mucha suerte a todos!

Jesús (Mr Gay Pride Córdoba 2016).