Hoy, 7 de abril, se celebra el Día Mundial de la Salud; por ello, queremos hablar sobre uno de los problemas de salud sobre los que pesa un mayor estigma en la sociedad actual: el VIH. De manera habitual, la sociedad confunde el VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) con el SIDA (síndrome de inmunodeficiencia adquirida). El VIH tiene tres fases, desde la más aguda, hasta la crónica; y, si no se trata, puede desembocar en SIDA, que es el estadio más grave de la infección por VIH.
Los principales síntomas del VIH son fiebre, escalofríos, sarpullido, sudores nocturnos, dolores musculares, dolor de garganta, fatiga, inflamación de los ganglios linfáticos y úlceras en la boca. Sin embargo, no son estas manifestaciones la parte más grave de la enfermedad, sino que este virus debilita el sistema inmunológico de las personas, lo que las hace más propensas a otro tipo de enfermedades, que pueden llegar a causar la muerte en el caso de no estar siendo tratadas.
El VIH continúa siendo uno de los mayores problemas para la salud pública mundial, habiéndose cobrado alrededor de 36 millones de vidas según datos de la Organización Mundial de la salud (OMS). Se calcula que, a finales de 2020, había unos 37 millones de personas que vivían con el VIH, más de dos tercios en el continente africano.
Históricamente, se ha relacionado de forma incorrecta el VIH con las personas o relaciones homosexuales; especialmente, con las relaciones entre dos hombres. Sin embargo, se ha demostrado que, ya que este virus se transmite a través de la sangre y los fluídos, el verdadero peligro se encuentra en mantener relaciones sexuales – de cualquier tipo – sin protección.
Sin embargo, las personas que mantienen relaciones sexuales con otras de su mismo sexo suelen recibir insultos por parte de la sociedad relacionados con el VIH; incluso, hay países donde las personas homosexuales no pueden donar sangre, y no son países lejanos al nuestro. Desde el año 2019, se estableció en Francia que los hombres homosexuales que quisieran donar sangre tenían que pasar por un periodo de abstención sexual de cuatro meses; sin embargo, no se mencionaba nada sobre las relaciones heterosexuales sin protección. El pasado mes de marzo, el Ministerio de Sanidad francés eliminó las restricciones para donar sangre a los hombres homosexuales, una medida que tendría que haberse adoptado hace tiempo.
Por otro lado, ha habido ya grandes avances científicos, se ha hallado la manera de que las personas con VIH puedan no transmitir el virus a sus parejas o a cualquier otra persona, a través del tratamiento antirretrovírico (TAR), que suprime la carga vírica. A su vez, se están desarrollando ya proyectos de vacunas que, en un futuro, podrían suponer la cura definitiva para este virus.
A pesar de todos los avances, tanto en el diagnóstico, como en el funcionamiento de la enfermedad, como en su posible cura, la discriminación hacia las personas seropositivo continúa. A su vez, aun hoy en día, se promueve el estigma hacia el colectivo gay, del que se sigue pensando, desde la opinión pública, que es más propenso a contraer el VIH. Sin embargo, cualquier persona con cualquier orientación sexual puede verse afectada por este virus, por lo que la clave está en des-estigmatizarlo, que es precisamente el objetivo de la campaña VIHSIBLES STOP SEROFOBIA de Mr Gay Pride España, que pretende acabar con la discriminación de las personas que tienen el virus.
Tener VIH y poder ser visible es clave, no solo para el fin de la discriminación hacia las personas que sufren este virus, sino también para su investigación y erradicación.
Nos sumamos al objetivo 90x90x90
Que el 90% de las personas conozca su estado serológico
Que el 90% de las personas con VIH estén en tratamiento
Que el 90% de las personas con VIH en tratamiento tengan carga viral indetectable
INDETECTABLE= INTRANSMISIBLE