Eduardo nació en Zaragoza hace 43 años, siempre albergó el anhelo de sumergirse en el mundo de la interpretación. Sin embargo, su escasa confianza en sí mismo y su dificultad para tomar decisiones le impidieron perseguir ese sueño. La falta de referentes LGTBIQ+ durante su infancia y adolescencia le llevó a dejarse influenciar por un entorno que coartaba el desarrollo de su propia identidad.

Hace quince años, Eduardo decidió tomar las riendas de su vida, escogiendo su propio destino y apostando por su propio bienestar. A los 28 años, se encontró con la oposición de aquellos que intentaron convencerle de que carecía de las mismas oportunidades que los demás. No obstante, en el presente, Eduardo no lamenta las decisiones que tomó, pues aunque el camino no ha sido fácil, ha valido la pena.

Este año, celebran una década desde que Eduardo contrajo matrimonio y fundó una familia junto a su esposo. Ahora, su hogar se ha llenado de risas y ternura, gracias a la adopción de tres adorables perritas. Para Eduardo, esta plataforma representa una oportunidad para hacer visibles diversos temas que aún esperan resolverse en la sociedad actual, como la igualdad de derechos y oportunidades. Alzarse como Mr. Gay España 2023 le permitiría ofrecer su voz y opinión, y seguir creciendo y aprendiendo, dejando un legado valioso para las generaciones venideras.

Eduardo anhela con fervor apoyar y fomentar entornos seguros y diversos, donde niños y adolescentes puedan expresarse con total libertad, sin temor a los ataques y restricciones impuestos por la homofobia y la transfobia.

Él cree firmemente que el mundo de la ficción y la publicidad aún no refleja con precisión la realidad que el colectivo LGTBIQ+ vive día tras día, pues aún se encuentran atrapados en el conflicto de salir del armario.

Eduardo sostiene con convicción que el arte y la cultura deben caminar de la mano de la educación, para fomentar en la sociedad el respeto, la aceptación y la igualdad que aún se encuentran lejos de ser plenamente cumplidos. En estos tiempos, donde persisten las señales y estigmas, Eduardo anhela ser un faro de luz, un agente del cambio que ilumine el camino hacia un futuro más inclusivo.