Nombre: Adrián 

Apellidos: Alonso Caravaca

Edad: 28 años

Profesión: Cirujano Ortopédico / Traumatólogo

Biografía

Nací en Elche en 1994 en el seno de una familia de clase media ahorradora (padre; comercial, madre; ama de casa). Posteriormente nos mudamos toda la familia a Murcia, cuando yo apenas tenía 4 años (temas labolares). Allí crecí durante los siguientes 20 años, en el barrio de La Flota (Colegio e Instituto) y me formé como médico en la Universidad de Murcia. Durante ese tiempo me dediqué a conseguir dinero trabajando en Hostelería y en Decathlon. Tuve tiempo para poder entrenarme como atleta y bailarín, dos actividades que realizaba al mismo tiempo desde los 16 años, y hasta los 22. Resumiendo lo más destacable:

• He bailado con la Compañía de Teatro Iraty (Orihuela), con la que realizamos en varias ocasiones, una versión del musical de Disney, La Bella y La Bestia.

• He sido finalista del programa Got Talet de Tele5, como participante del grupo de baile Majesty Wolf (Murcia). También he salido en TV en el programa Ahora Caigo (Antena3).

• He participado en varios Campeonatos de España de atletismo en categoría juvenil y cadete (Club Atletismo Murcia).

Una vez finalizada mi etapa universitaria (incluyendo los dos Erasmus, a Lodz en Polonia, y Montevideo en Uruguay), me mudé a Valencia para continuar mi etapa formativa MIR (paso obligado de todo médico). En Valencia me formo y trabajo como Cirujano Ortopédico y Traumatólogo, programa que dura 5 años, de los cuales ya he completado cuatro. Como suele pasar, la profesión sanitaria requiere bastante sacrificio y muchas de mis aficiones las he tenido que abandonar… Sin embargo, siempre se saca algo de tiempo para aquellas cosas que nos hacen felices. Aunque esta etapa ha estado marcada por la pandemia COVID-19 (como la vida de todos estos últimos 3 años), he retomado parcialmente alguna de las actividades que tenía olvidadas (como el baile) o la natación (actualmente formo parte del Club Deportivo LGTBIQ+ Samarucs), y siempre aprovecho para salir a descubrir rincones naturales por la provincia y alrededores.

A pesar de haber pasado 2/3 de mi vida en Murcia, mi historia familiar siempre ha estado ligada a la Comunidad Valenciana, ya que toda mi familia seguía en Elche a la que visitaba y visito periódicamente, pero también en Gandía. Mis veranos siempre han estado ligados a la playa de Los Arenales del Sol (Elche) y también la ciudad de Alicante por donde íbamos de fiesta. Desde pequeñito me ha encantado tirar petardos, cosa que demostraba en las fiestas patronales de mi ciudad; durante las fallas, el niño que llevo dentro vuelve a quemar pólvora. Y aunque la paella valenciana no es lo que más me gusta, el arroz al horno me ha conquistado (pero mi preferido es el arroz con costra).

¿Cuáles son tus aficiones?

Mi principal afición es el deporte (aunque no de equipo, siempre he sido bastante malo; he practicado de todo, desde tenis, atletismo, artes marciales, hasta lo que ahora practico que es la natación y el crossfit). Especial importancia tienen las rutas de montaña que suelo hacer casi todas las semanas (no puedo vivir sin hacer “el cabra” por el monte). Me encantan los juegos de mesa, podría estar horas jugando, muchas veces el problema es con quién, porque me pico bastante rápido. También suelo ir al cine, eso sí, en V.O. porque me chirría el doblaje… De pequeño era un devora-libros, pero ahora los únicos libros que leo son de Medicina que se ha convertido en una de mis pasiones. Me encanta la gastronomía, probar cada cosa de cada sitio es un objetivo que tengo marcado en todos mis viajes (que hago con frecuencia). Para acabar, también soy bastante “gaymer”. La Playstation 5 ha significado un antes y un después en el uso de mi tiempo libre, ¡no puedo parar de jugar! Por último, la que ha sido una de mis mayores aficiones, el baile. Me he llegado a dedicar a ello profesionalmente (al menos de forma parcial) en alguna ocasión. Actualmente la he abandonado, pero puedo estar horas y horas bailando de fiesta, mientras la música sea buena

¿Por qué te gustaría ser elegido Mr. Gay España 2023? 

Primeramente, porque supone un reto personal (ya solo haber pasado la preselección) el tener que enfrentarme al jurado del certamen, al juicio popular y exponerme públicamente (tanto física como emocionalmente). Representar a la Comunidad Valenciana es todo un orgullo, y una responsabilidad. Ya solo con haber vivido la experiencia en mi comunidad ha sido una experiencia brutal que recomendaría a todo el mundo. Creo que puede aportar mucho al crecimiento personal de cada uno.

Me gustaría demostrar que una persona de mi estatura, sin un cuerpo de portada de Men’s Health (aunque bien me gustaría) y con algún que otro defecto como más de una dioptría (aunque según el día con lentillas), puede ser igualmente válida para participar y representar a todo un país. Se trata de un concurso de belleza, pero ésta siempre será variable y subjetiva; y el físico no lo es todo.

¿Por qué no podría ser yo una buena opción?

Creo que Mr. Gay es más que todo eso. Este certamen representa unos valores muy útiles que debemos explotar para romper estereotipos.

¿Cuál sería tu objetivo social? 

Aunque en un principio ni me planteaba participar en este concurso, finalmente “tiré pa’lante”, porque me gustaría aportar mi grano de arena al cambiar el paradigma de belleza o el concepto que se tiene de estos concursos en el público general (que si son frívolos, superficiales, hasta machistas… y todo eso me lo han llegado a decir personas allegadas a mí). Me gustaría cambiar esa opinión. Me gustaría darle importancia al hecho de que la mayoría de gente no goza de lo que consideramos belleza “objetiva”, un concepto volátil, y que una persona que cuida cuerpo y mente con unos hábitos saludables, que vela por sus amigos y su familia, que es dedicada en su trabajo, o que tiene claros sus objetivos en la vida, también puede ser bella. Hay hueco para la gente “del montón”.

Por supuesto, resta decir que estos concursos, estas actividades, suponen visibilizar al colectivo, y me gustaría hacerlo de la manera que lo he hecho siempre: me muestro al resto como soy, sin tapujos, sin vergüenzas, como una persona más de este mundo, igual que lo son las demás. Sobre todo, para que aquellas personas que se sientan mal por su condición sexual vean que en la vida se puede ser lo que uno quiera, a pesar de las burlas que se reciben en el colegio, a pesar del rechazo de familiares o incluso del aislamiento social que pueda suponer (y que todos hemos sufrido seguro en algún momento de nuestras vidas). Ese es el mensaje más bonito.

Desde el ámbito sanitario, educar a las personas en salud (en este caso sexual) es fundamental para que se entienda que explicar la realidad no es «adoctrinar» ni «convertir» o confundir. El conocimiento nos hace libres y debemos ser capaces de poder acceder a éste.
Ojalá llegue ese momento en el que no sea necesario un día del orgullo, no para reclamar derechos y no sentirnos perseguidos por algunos. Ojalá solo sea una fiesta en la que celebrar lo bonito de la diversidad.